Me he emocionado viendo las imágenes que nos llegan a través de internet: las ventanas con el arcoíris «todo irá bien» los vecinos que cantan juntos, el DJ italiano que hace bailar a toda la calle desde su balcón, los aplausos que deseamos hacerles llegar a los sanitarios…


Es emocionante sentir y compartir el deseo de contacto. Es una necesidad básica del ser humano. Sin los cuidados de otros, no hubiésemos sobrevivido. Sin vínculos emocionales, enfermamos. Necesitamos saber que el otro está ahí, reconocerle y que nos reconozca.

Y es maravilloso sentir que se puede, que es una fuerza superior a las adversidades. Nos buscamos desde las ventanas, aumentamos el contacto en las redes sociales, llamamos diariamente a quienes veíamos cada día.

El momento que estamos viviendo nos da la oportunidad de escuchar esta necesidad nuestra, dar vía libre a su expresión nos ayudará a afrontar el aislamiento.

Apego, vínculo, apoyo, contacto son necesidades primarias nuestras, van con nosotros en nuestro ADN. No las desatendamos. A pesar de las dificultades, siguen siendo posibles.