Explorar los problemas en un contexto de intimidad con un terapeuta.
Abordar en profundidad las dificultades de convivencia en las relaciones afectivas.
Revisar y apoyar las dificultades que surgen en la convivencia familiar.
Acompañar a los niños y adolescentes en sus crisis de desarrollo y relación.
Aprovechar las aportaciones de todos para enriquecer las capacidades y la propia experiencia.